Después de meses de debate, finalmente, el pasado 20 de Octubre se aprobó la nueva Ley de Salud Mental para la Provincia de Córdoba. Y si bien queda mucho por trabajar para llevarla a cabo y ponerla en práctica, abre el debate sobre un tema que no se habla muy seguido.
Esta normativa rompe con el antiguo paradigma de manicomialización y propone uno diferente, lo que se conoce como proceso de “desmaniacomización”. Esto significa evitar depositar en manicomios a personas que padecen alguna enfermedad mental.
Se intenta que la internación sólo sea un recurso excepcional, cuya duración sea lo más breve posible. Mientras que dure el período de internación, los vínculos familiares del paciente deberán facilitarse, se intenta que la contención se busque fuera de los manicomios para que el tratamiento sea ambulatorio y no se prolongue la internación por problemas contextuales.
El Ministerio de Salud deberá realizar el relevamiento pertinente sobre el estado de la salud mental de la Provincia para poder actuar según las normativas de la nueva Ley.
“El tema de la maniacomización de personas en Córdoba, no es un problema de los manicomios (…) sino que es un problema cultural que tiene el imaginario social sobre el lugar que debe ocupar un enfermo mental”, dijo el de Salud Mental de la Provincia, Dr. Emilio Filipponi.
El proceso de “desmaniacomización” no es nuevo, desde hace muchos años psicólogos sociales, como Pichón Riviere y su equipo, trabajan en la problemática. Buscando soluciones alternativas a los manicomios.
“Necesariamente, para aprender a pensar, el individuo necesita del otro, ora con su presencia, su discurso, su diálogo, u otras formas de expresión posibles. Pensar, siempre es pensar en grupo”. Pichón Riviere.
NP
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