miércoles, 14 de marzo de 2012

A sueño necio, palabras trasnochadas


Es ese momento en que las palabras se te amontonan en la garganta esperando salir alborotadas, como una flecha o como un escupitajo, cuando el sueño te abandona y el insomnio hace girar mil veces tu cuerpo.

Es ese momento en que se construyen diálogos y se inventan situaciones imaginarias que mueren al salir el sol de la mañana siguiente.

Esos momentos en que te abrazas a preguntas que caprichosas continúan sin respuestas.

Esos instantes cuando ya con enojo intentas conciliar  el sueño, en vano,  porque lo único que logras es dar más vueltas. Entonces ya no querés pensar, sólo dejar en blanco la cabeza, respirar hondo y relajarte, cual receta de una abuela.

Es ese momento que te parece escuchar el ruido que hace tu cerebro de tanto que lo haces trabajar. Te detenes un instante porque no querés despertar, con tu mente carburando como una máquina, al resto de las personas que te rodean.

Son esos momentos en que te planteas cuan importante son las actitudes y las decisiones que puedas adoptar.

Necesitas entender, pero son esos momentos en que los pensamientos ya no tienen lugar, te venció el cansancio y un nuevo amanecer está por comenzar.

NP