sábado, 2 de mayo de 2015

“La despedida”: momentos, cambios y armonía



Aquél 30 de Abril las agujas del reloj a las 13 hs marcaron mucho más que la hora del cierre del negocio. Al cruzar esa puerta el inicio de otro camino acababa de comenzar. La persiana lentamente bajaba y detrás del gran frente de vidrio quedaban seis interesantes años de su vida, de un lado de aquella barrera  de acero estaba el pasado con todas sus anécdotas y aprendizajes; del otro, el futuro con todas sus inseguridades y promesas.

El descenso fue lento y parejo, lo que le brindó el tiempo suficiente para hacer el duelo y cuando la persiana tocase  el suelo pudiera dar ese siguiente paso sin mirar atrás.

No se llevó nada más que lo puesto y una lapicera que siempre tenía en el bolsillo, y sin embargo decir adiós no fue tan sencillo. Emprendió su andar confiada y pensativa, fue entonces cuando el pasado la volvió a abrazar. Decidieron despedirse y se encontraron una vez más en la fiesta de disfraces que el presente iba a dar.

El pasado se vistió de “momentos” que habían sucedido tiempo atrás. Se pegó fotografías de las mejores  situaciones que le había tocado pasar. Alegre y disparatado, su disfraz era muy variado.

El futuro, inseguro, no sabía con que traje se iba a quedar. Se probó el de alegría, pero no le convencía. El de seguridad, le parecía una barbaridad. El de suspenso, lo ponía un poco tenso. El de audacia, no tenía gracia. El de aventura, era una locura. El de miedo le parecía feo. Finalmente, impredecible y apresurado, el futuro decidió ir vestido de “cambio”. Con un poco de coraje diseño su propio traje recortando un pedazo de todos los anteriores que se había probado.

El presente que no se decidía si ya pasó o sucedería, se disfrazó de “armonía”, llevando consigo la paz de cada día. Lo armó con paciencia, valores y para darle color lo pintó de decisiones y desafíos.

La fiesta que reunió al pasado, al presente y al futuro en un mismo lugar, fue amena y divertida…y transcurrió una noche antes del siguiente día. 

NP- 30-04-2014

jueves, 1 de enero de 2015



Apareciste en enero caprichoso y dramático como de costumbre, con promesas no cumplidas y expectativas renovadas. Me enseñaste a valorar los momentos claves, los que te definen, esos en que hay otro que necesita un abrazo, solo una mirada o tu compañía. Aprendí también, que no siempre somos la persona que ese otro espera y debemos soltar. Que hay cosas que te hacen renegar por mucho tiempo pero todo pasa en algún momento y un día ya no te torturan más.
Febrero llegó lluvioso y cargado de ansiedad pero  con el bolso listo desde que pusimos fecha para esas hermosas vacaciones. Playa, risas, mucha felicidad, lugares nuevos, amistad. El verano en su máxima expresión. Suco, olas y más playa. Festejos sorpresas y alegría.
Lluvioso y húmedo continuó Marzo igual que Febrero. Fresco y melancólico, con cortinas tupidas de agua y pensamientos refugiados en paraguas. Con barro fresco en las zapatillas y calles surcadas por el paso del agua. Abrazada a una lectura por horas, mientras escuchaba el sonido del festival del rock saltar en mis oídos y el Proyecto de Tesis entregado.
Abril ruidoso, festivo y cargado. Celebraciones en cantidad con dos arianas en mi hogar. Momentos de cambios, transiciones y difíciles decisiones. Cimbronazo, sacudida y despedida de una etapa muy feliz de mi vida. Melancolía y crecimiento. Nuevamente momentos que te definen y personas que te acompañan, que te dan el abrazo que necesitabas y las palabras que te tranquilizan.
Mayo diferente y audaz. Nuevas experiencias y un frío que calaba los huesos. Nuevas despedidas. Más abrazos. Reencuentros, charlas, añoranzas y sesiones de fotos. Festejos. Alegría y melancolía jugando carreras por ocupar un mismo lugar. Bienvenida de color azul, el comienzo de una nueva etapa en su compañía.
Junio para no desentonar con el resto de los meses, me desafiaba con un nuevo comenzar. Decisiones de a par, entre tal o cual. Momentos de jugársela y arriesgar. Alegría mundial, celeste y blanca que de a poquito empezaba a crecer con el paso a la siguiente etapa. Distancias no comprendidas.  Una nueva sacudida, un golpe a la voluntad y las ganas de siempre continuar, un choque a la tenacidad, lágrimas de impotencia y nuevamente seguir.
Julio entre alegre y dual. La más hermosa felicidad de llegar a una final. Abrazos de extrañamiento y reencuentro con familia tan querida. Momentos de estar y acompañar. Decepciones y ausencias. Más festejos el mes de cumple de mi solcito.
Agosto ventoso y renovado, nunca fue un mes que me guste, pero este en particular sí. Nacimientos, emoción, desempolvar el título de tía y volver a comenzar. El corazón lleno de mariposas.  Momentos lindos para elegir estar y momentos difíciles  que demuestran que los abrazos son inagotables.
Septiembre siempre estuvo entre mis preferidos aunque su aparición sea fugaz. Salidas, cumpleaños, paseos en auto. Aprendí que hay cosas que llegan a su final sin importar el tiempo transcurrido o la intensidad con que se presentaban con anterioridad. Pero entendí, en algún momento también, que no todo es temporal y es lindo sentir a tu lado a quien decide estar.
Octubre otro nuevo comenzar. Un nuevo rumbo. Crecimiento, descubrimiento y adaptación. Vericuetos y felicidad al conseguir las entradas para un show, que significaba el cierre de un ciclo muy lindo de música compartida, miradas cómplices, horas de charlas y búsquedas de estados.
Noviembre palpitando el verano, muy cargado de paseos y la paz de respirar aire de campo. Cumpleaños. Cansancio de un año agitado. Momentos imprevistos que te ponen a prueba y te demuestran de que estás hecho. Música mucha música, recital y felicidad. Algunas peleas, idas y venidas.
Diciembre con más cumpleaños  y festejos que días del mes. Nuevas aventuras, planes y proyectos. Alegrías compartidas y un bello tatuaje en mi piel.
2014 fuiste de emociones fuertes, intenso y más de una vez me sacudiste la estantería poniendo a prueba mi adaptación al cambio. Estuve en más velorios que en boliches, fuiste variado pero también te sentí equilibrado.
 Significaste abrazos sinceros, de consuelo y despedida pero también de las más bellas alegrías. Trajiste algunos nacimientos y sonrisas de amor que me llenaron el corazón.
Grandes despedidas. Cambios. Nuevas bienvenidas. Más Cambios.





miércoles, 4 de diciembre de 2013

Córdoba saqueada de humanidad



Triste. Compungida. Aturdida. Preocupada, muy preocupada por la sociedad que somos.
Como en un cuento de terror el miedo se instaló en la noche cordobesa, los rumores se hicieron certezas y solo rogábamos amanezca. Sin embargo, fue un pensamiento iluso creer que semejante caos terminaba con la llegada del día ya que continúo, sin pudor, por varias horas más.
Responsabilidades pateadas para un lado y el otro sin una respuesta alentadora, al medio los mismos de siempre, la gente que día a día sale a trabajar para alimentar sus hogares.
En una batalla campal de todos contra todos, donde la violencia y el descontrol se apoderó de las calles, la tensión social se manifestó en su máxima expresión. Las horas transcurrieron y la angustia se llevó el sueño nocturno de todos los cordobeses que en vela acumularon la incertidumbre de no saber que hacer. ¿Defender la vida humana o el trabajo de años, fuente de trabajo y sustento del hogar?
La musicalización del gran show estuvo a cargo de las motos, los gritos, las corridas y por supuesto en primer plano los tiros. Sí, tiros. Tiros entre unos y otos, entre vaya a saber quienes.
Las grandes ausentes de la noche sin dudas fueron la educación, la paz y la cordura. ¿Un cuento de ciencia ficción? Parece pero no, a los cuentos se lo dejamos a los dirigentes políticos.
A esta hora todavía todo me parece una locura, una imagen que en mi vida creí ver. Con un 3 de diciembre crítico y un miércoles 4 que después de una madrugada terrible parece feriado, pero que todavía resuena en nuestras cabezas si fue real lo que vivimos.
El silencio que engloba la desolación, sueños rotos en mil pedazos y nuevamente la incertidumbre de no saber hasta donde se puede llegar. La preocupación de no saber como continuar, como volver a empezar después de que se transgredieron los límites humanos de convivencia y de sociedad.
En una ciudad devastada de valores y donde el saqueo fue hacia el respeto de otro ser viviente, yo me pregunto ¿En qué momento nos vaciamos así como seres humanos? ¿Alguien más se cuestiona hasta donde podemos llegar o finalizado el show apagamos el tele y a otra cosa?

NP




jueves, 16 de mayo de 2013

Algunas trampitas al corazón



Ese cassette guardado en el cajón de la mesita de luz era nada más y nada menos que una declaración de amor. La materialización más pura y sincera de todo eso que les colmaba el alma.
Reapareció un día de limpieza treinta años después. Su voz recorrió cada rincón de esa habitación, generando emoción y descubrimiento. Su voz estaba viva, al menos el tiempo que duró la grabación, él también estaba ahí.
Quién encontró esa cinta sintió esa curiosidad de escuchar la voz de alguien muy cercano y desconocido a la vez. Al instante preguntó: - ¿mamá podemos escuchar este cassette? Tenía escrito  4 de Diciembre de 1982 entre dibujos y una frase "¿Qué es mejor? Vivir es mejor". No era solo un cassette (soporte de audio que en la actualidad ya no se usa y muchos jóvenes no conocen) era un viaje al pasado al momento en que le declaraba su amor y le regalaba música. Era revivir con mamá aquella situación que con lágrimas de felicidad explicaba las palabras que él le decía. Ella se volvía a enamorar en cada descripción que él hacía de ella. 
Dicen que cuando una persona muere lo primero que olvidamos es su voz, sin embargo, ella recordaba de memoria cada palabra que él pronunciaba y las sentía, como si la vida le hiciera una caricia al alma, un abrigo para el corazón, un día frío de Mayo. 
La historia fue así: se miraron y se amaron. Fin. No, mentira es mucho más linda, se miraron, se amaron con la mirada y tuvieron una gran historia de amor con tres hijas incluidas.
Él creativo y romántico le hizo el regalo más bello para su cumpleaños, le entregó su corazón en cada palabra y decidió grabarlas para que ella pudiera amarlo cada vez que escuchara esa cinta. Supongo que él ni sabía ni podía imaginar siquiera que, después de tanto tiempo sus palabras quedarían registradas mucho más allá de la intención de desearle feliz cumpleaños a ella. Al igual que una fotografía el pudo perpetuar ese momento de amor en una cinta de audio.
Ella que no tenía entonces donde escuchar aquel cassette tuvo que pedir prestado un reproductor para poder oír el regalo que él le enviaba. Él la conocía curiosa y sabía que encontraría la manera develar la sorpresa. Y aunque habían acordado no encontrarse más, él se las ingeniaba para hacerle algunas trampitas al corazón y a ella le encantaba.
Por su puesto, que al oírlo su corazón se derritió de amor pero no fue tan sencillo correr a sus brazos, porque ambos cargaban con una mochila llena de valores, responsabilidades y debían resolver situaciones para poder estar juntos. Dos jovencitos de apenas veintitantos..que debían tomar una decisión, esa que les cambiaría la vida para siempre. Esa respuesta que buscaban es sus cabezas, sus corazones ya la sabían desde el primer momento que se miraron.

NP 15 de Mayo de 2013

lunes, 8 de abril de 2013

Un tesoro perfumado y colorido


Tengo para contar una historia perfumada y colorida...
Ella tenía un tesoro, en el patio, muy bien cuidado  que se perpetuaba durante años. Con mucho amor y dedicación no había un día que no les demostrara su admiración.
Recuerdo aquella mañana cuando era pequeña y ella me presentó aquel jardín, que valía más que oro.
Cuidar con ella su tesoro era el mejor juego de la infancia cuando permanecíamos en la casa de la abuela.
Sus dedos eran verdes y no había planta que no brotase en sus macetas, que por cierto, cualquier recipiente era buen candidato a dar alojamiento a una nueva plantita. Eran tan variados los recipientes como las plantas que contenían.
De todas las formas, tamaños y colores ella las atesoraba a cielo abierto. Aunque una selección, no menor a diez, tenían la misión de adornar y decorar los ambientes interiores.
Y si acaso alguna planta se enfermaba, su jardín con dotes mágicos le devolvía su hermosura.
Podar las ramitas del limonero o la rosa china con aquella tijera amarilla de jardinería era tan divertida como preparar el abono de la tierra en el rincón al final del patio, al lado de la tuna y la áloe vera.
El tiempo pasó y los ayudantes de jardín crecieron pero ella seguía dedicando gran parte de su día a sus queridas plantas. Al observar como le explicaba como se llamaba cada planta a una nueva generación, un bisnieto curioso y parlanchín, comprendí que su amor estaba y se multiplicaba en las pequeñas cosas de la vida.
Un día tomando mates en el patio de su casa, la belleza de ese jardín me transportó a mi niñez, correteando entre las plantas y sentí la necesidad de tomarle algunas fotos. Ella me confesó entonces, que si tuviera un vivero no podría venderlas porque las querría todas para ella.
El jardín estaba radiante, ella orgullosa de su tesoro y yo que no tengo la misma facilidad para las plantas, decidí regalarle esta historia que perfumó el recuerdo de mi infancia en su jardín.

jueves, 17 de enero de 2013

La distancia y el reencuentro




Un reencuentro postergado, por momentos demorado y en los años olvidado.
La distancia, sin razones coherentes, acostumbrada descansaba en la mente. Cuando de repente el reencuentro le hizo frente.
Apareció con premura buscando cordura, uniendo el pasado con el presente.
La distancia no soportó semejante planteo y al voleo se llevó consigo lo poco que le quedaba.
Ella no entendía lo que el reencuentro traía. No comprendía como un abrazo envolvía esa alegría genuina y sin rencores.
Reencuentro para algunos, encuentro para otros. Descubrimiento y re-descubrimiento.
La distancia había congelado su retrato en fotos, pero el tiempo había pasado y su imagen había cambiado.
Un reencuentro en cuotas ...pero necesario. Importante y significativo, que no establece frecuencia sino paz en la mente, en los recuerdos y alegría en el corazón.

NP- 8-01-2013

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El sueño de viajar



Ella hacía tiempo que soñaba, soñaba y proyectaba un viaje, un sueño.
Por momentos ese sueño se veía lejano y distante, ambisioso y difícil.
Los días corrían y ese destino que estaba marcado con un alfiler en un mapa, parecía alejarse.
En otras ocasiones llegó a parecer imposible, pero solo parecía. 
Ella visionó un lugar, su lugar. Con mucho esfuerzo y desconociendo imposibles ese día llegó.
Pude contemplar que, ante mis ojos ese sueño se volvía realidad; pude observar como la desbordó la felicidad. 
Nervios, emoción y alivio envolvían ese sueño que terminaba de embarcar. Con un objetivo claro, ella se fue a disfrutar. Con el corazón lleno de coraje y el espíritu viajero ella se fue a vivir una gran aventura, su propia aventura.

"Ella" hoy representa a dos amigas que decidieron viajar y cumplir un sueño. Mañana "ella" es  cualquier alma aventurera que encuentre en el viajar su sueño.

NP