Apareciste en enero caprichoso y dramático como de costumbre, con
promesas no cumplidas y expectativas renovadas. Me enseñaste a valorar los
momentos claves, los que te definen, esos en que hay otro que necesita un
abrazo, solo una mirada o tu compañía. Aprendí también, que no siempre somos la
persona que ese otro espera y debemos soltar. Que hay cosas que te hacen
renegar por mucho tiempo pero todo pasa en algún momento y un día ya no te
torturan más.
Febrero llegó lluvioso y cargado de ansiedad pero con el bolso listo desde que pusimos fecha
para esas hermosas vacaciones. Playa, risas, mucha felicidad, lugares nuevos,
amistad. El verano en su máxima expresión. Suco, olas y más playa. Festejos
sorpresas y alegría.
Lluvioso y húmedo continuó Marzo igual que Febrero. Fresco y melancólico,
con cortinas tupidas de agua y pensamientos refugiados en paraguas. Con barro
fresco en las zapatillas y calles surcadas por el paso del agua. Abrazada a una
lectura por horas, mientras escuchaba el sonido del festival del rock saltar en
mis oídos y el Proyecto de Tesis entregado.
Abril ruidoso, festivo y cargado. Celebraciones en cantidad con dos
arianas en mi hogar. Momentos de cambios, transiciones y difíciles decisiones.
Cimbronazo, sacudida y despedida de una etapa muy feliz de mi vida. Melancolía
y crecimiento. Nuevamente momentos que te definen y personas que te acompañan,
que te dan el abrazo que necesitabas y las palabras que te tranquilizan.
Mayo diferente y audaz. Nuevas experiencias y un frío que calaba los
huesos. Nuevas despedidas. Más abrazos. Reencuentros, charlas, añoranzas y
sesiones de fotos. Festejos. Alegría y melancolía jugando carreras por ocupar
un mismo lugar. Bienvenida de color azul, el comienzo de una nueva etapa en su
compañía.
Junio para no desentonar con el resto de los meses, me desafiaba con un
nuevo comenzar. Decisiones de a par, entre tal o cual. Momentos de jugársela y
arriesgar. Alegría mundial, celeste y blanca que de a poquito empezaba a crecer
con el paso a la siguiente etapa. Distancias no comprendidas. Una nueva sacudida, un golpe a la voluntad y
las ganas de siempre continuar, un choque a la tenacidad, lágrimas de
impotencia y nuevamente seguir.
Julio entre alegre y dual. La más hermosa felicidad de llegar a una
final. Abrazos de extrañamiento y reencuentro con familia tan querida. Momentos
de estar y acompañar. Decepciones y ausencias. Más festejos el mes de cumple de
mi solcito.
Agosto ventoso y renovado, nunca fue un mes que me guste, pero este en
particular sí. Nacimientos, emoción, desempolvar el título de tía y volver a
comenzar. El corazón lleno de mariposas. Momentos lindos para elegir estar y momentos
difíciles que demuestran que los abrazos
son inagotables.
Septiembre siempre estuvo entre mis preferidos aunque su aparición sea
fugaz. Salidas, cumpleaños, paseos en auto. Aprendí que hay cosas que llegan a
su final sin importar el tiempo transcurrido o la intensidad con que se
presentaban con anterioridad. Pero entendí, en algún momento también, que no
todo es temporal y es lindo sentir a tu lado a quien decide estar.
Octubre otro nuevo comenzar. Un nuevo rumbo. Crecimiento, descubrimiento
y adaptación. Vericuetos y felicidad al conseguir las entradas para un show,
que significaba el cierre de un ciclo muy lindo de música compartida, miradas cómplices,
horas de charlas y búsquedas de estados.
Noviembre palpitando el verano, muy cargado de paseos y la paz de
respirar aire de campo. Cumpleaños. Cansancio de un año agitado. Momentos
imprevistos que te ponen a prueba y te demuestran de que estás hecho. Música
mucha música, recital y felicidad. Algunas peleas, idas y venidas.
Diciembre con más cumpleaños y
festejos que días del mes. Nuevas aventuras, planes y proyectos. Alegrías
compartidas y un bello tatuaje en mi piel.
2014 fuiste de emociones
fuertes, intenso y más de una vez me sacudiste la estantería poniendo a prueba
mi adaptación al cambio. Estuve en más velorios que en boliches, fuiste
variado pero también te sentí equilibrado.
Significaste abrazos sinceros, de
consuelo y despedida pero también de las más bellas alegrías. Trajiste algunos
nacimientos y sonrisas de amor que me llenaron el corazón.
Grandes despedidas. Cambios. Nuevas bienvenidas. Más Cambios.